viernes, marzo 20
Como contrapartida, cuidé siempre de no agraviarla, de no avergonzarla, de no dejarla en ridículo, porque eso sí es algo que no se perdona. La quise bien, claro que con un amor distinto. Era de alguna manera mi complemento, y también el colchón de mis broncas.
Suficiente.


¿ya empezó el otoño?