Sería honesto adminitir que no quiero dejarte en paz?
No me importa!, la verdad es que nosé. No puedo saber. No quiero esto para mi, pero no puedo saber.
Dejar de metirle a mi corazón y mis ganas locas de ver qué hay.
Avisame, vidita, cuando no me quieras más.

Es temparano, ya lo sé. Estoy esperando que esta sala se llene de gente que no conozco y me empiecen a hacer preguntas.
Es rico tomar un té de limón mientras espero, no sé si es por los nervios o qué... pero me duele la panza.
No puedo dejar de pensar en pastillas y en vos. Hasta las veredas con sol me hacen pensar en que queria saber de vos. Los perros que cruzan la calle sin mirar y son más vivos que muchos de los que esperan un verde para salir corriendo a buscar.
Más vacio, mas vicio, mas de nada y por favor que llegue rapido la primavera. No podré sobevivir a este frío sin lana. No merecemos esto que nos pasa.
Lamenta que el día en el que se van a encontrar, va a ser justo a tiempo para abrir los ojos. Que pena que haya que pasar un frío más.

No estoy.
No la conozco.
No quiero conocerla.
Me repugna lo hueco,
La afición al misterio,
El culto a la ceniza,
A cuanto se disgrega.
Jamás he mantenido contacto con lo inerte.
Si de algo he renegado es de la indiferencia.
No aspiro a transmutarme,
Ni me tienta el reposo.
Todavía me intrigan el absurdo, la gracia.
No estoy para lo inmóvil,
Para lo inhabitado.

Cuando venga a buscarme,
Díganle:
"se ha mudado".
(Mi amigo Oliverio)