Ella decide cuando es de día
ella maneja el sol
anda pintando toda la casa
con trozos de crayon
rojo a los muros
verde al oscuro sillón del comedor
y un poquitito de azul celeste aqui en mi corazon
el amarillo tiñe a los vidrios
y ella no entiende bien
como es que pierde sus hojas verdes
el paraíso aquel
pintame un arbol que no envejezca
pinta en mi habitacion
un arbol verde con hojas frescas
pinta con tu crayon
te necesito dulce daniela
alguien que pinte aqui
un mundo nuevo, pintalo nena
pinta dentro de mi
te necesito dulce daniela
alguien que pinte aqui
un mundo nuevo pintalo nena
pinta dentro de mi

es que ultimamente amo más que nunca a mi familia.
un abrazo de esos que te dan asfixia para ellos.

Se transformaba en paloma cuando miraba el cielo, volaba más que ninguna otra. Hacia dibujos en el cielo solo para mi, bailaba de una manera admirable, a veces se trababa con sus pies y en el escenario se caía de boca al piso. Al ritmo de los tambores subía un brazo y lo movía como si no estuviera pegado a su cuerpo, lo mismo hacía con el otro, yo envidiaba eso.
Todas las noches la misma función, decían; pero eso era solo los blabla de aquellos que no sabían disfrutar de su belleza, del brillo de sus ojos… y al fin y al cabo ¿para que iban a ver siempre el mismo espectáculo? ¿Valía la pena ver siempre lo mismo y encima quejarse de eso? Pero bueno, yo esperaba ansioso el otro día, la otra noche.
Un día me animé y me acerqué. Para mi sorpresa ya no era ella.
Ya no era el mismo espectáculo, ya no salía a volar, ya no le brillaban los ojos, ella ya no miraba el cielo.
Todos felices, por supuesto. Era eso lo que estaban esperando.
Yo, por mi parte solo guardo el recuerdo de una bella paloma que en el pico se llevó el sentido del vivir.
Pobrecita.