Inolvidable, inexplicable.
Lleno de calma, con un ruido a silencio que me llena los ojos de lo hermoso que puedo ver y de lo que no.
Pasar “la frontera”, esquivar las locas cúrdubas, decir me por los costados de la mesa, por un trago de vino dulce, como su boca, podría atreverme a decir. Por la boca que invento cuando beso mis manos, y practico casi sin sacar la lengua, por lo sucias que se ven.
Sentarme o acostarme y sentir el culo húmedo, limpiarme sin disimular y tratar de caminar sin aspirar un insecto que se quiere meter en por la nariz, por la boca.
Apunada o no, estúpida no.
Querer volver cada vez ves que me voy, quedarme con las ganas de decirte un montón de cosas que aún no me atrevo a decir. ¿por miedo a no? No sé si es miedo a vos, o miedo a la realidad, por cagazo a lo que se viene o a lo que se va sin poder disfrutarlo un poquito más.
Olvidarme de vos, cada vez que duermo, porque así, solo así sueño con lo que no puedo, y por vos puedo, puedo más.
Quiero darte eso que jamás di, que me saques a la vida y me muestres lo hermoso que sos, más de lo que tenés para mi.
Me haces chocar las rodillas, temblar los huesos, abrir los ojos como si te desnudaras ante mi. Tenés tantas cosas lindas que no soy merecedora de nada de lo que vi.
Gracias por hacerme recordar que estoy viva. Por hacerme sentir viva, nosé si para vos o no, pero viva en fin.
Me das miedo a veces, siento que vas a abrir la boca y me voy a sentir como un caramelo en la mano de un niño.
Tenés lo más hermoso que vi en mi vida.
Me asustas, pero quiero darte lo mejor de mi.
Me hiciste sentir eso que nunca había sentido.
Gracias.